¿Cómo nos encontramos emocionalmente?

Emocionalmente, se nos pone a prueba

Ansiedad, tristeza, insomnio, estrés, miedo… nuestras emociones están siendo puestas a prueba en este momento y es probable que esto continúe con las dificultades económicas, financieras y sociales.

¿Qué es una emoción?

Aristóteles¹ definió las emociones como «todos aquellos sentimientos que cambian al hombre haciéndole modificar su juicio y que van acompañados de sufrimiento o placer», lo que se considera una de las primeras definiciones de las emociones. Desde entonces, se ha propuesto un gran número de definiciones que se han clasificado en diez categorías. Cabe señalar que no se ha llegado a una clasificación de las emociones por consenso.

• afectivo: percepción de la activación fisiológica y/o del valor hedónico
• cognitivo: evaluaciones cognitivas
• situacional: situaciones susceptibles de desencadenar la emoción
• fisiológico: mecanismos físicos internos de la emoción
• conductual: respuestas emocionales observables externamente
• disruptivo: efectos disfuncionales de la emoción
• adaptativo: efectos organizativos o funcionales de la emoción
• multicomponencial: varios componentes interconectados de la emoción
• restrictivo: diferenciar la emoción de otros procesos psicológicos
• motivacional: la relación entre la emoción y la motivación.

Las emociones son, por tanto, reacciones fisiológicas a un estímulo. Es un movimiento hacia el exterior. Duran unos minutos y se desarrollan en tres etapas:

La carga: es la percepción de un estímulo (visual, auditivo, olfativo…) y su interpretación por parte de la amígdala (parte del cerebro, esencial para la descodificación de las emociones) lo que desencadena una carga emocional y libera hormonas en el organismo.

La tensión: el cuerpo se pone entonces en tensión movilizando la energía para actuar o huir. La emoción actuará para guiar al cuerpo hacia una reacción adecuada: expansión, retracción, atracción, rechazo…

La descarga: es la fase que nos permite volver al equilibrio básico. El temblor y la angustia permiten expulsar el miedo del cuerpo, los gritos evacuan la ira y la frustración, la risa expresa la alegría, etc.

¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestros clientes emocionalmente?

• Haciendo que expresen sus emociones, lo que sienten física y fisiológicamente sin «mentalizar» demasiado.
• Volviendo a centrarte en el presente: trabajo, fin de semana, ¿qué quieres hacer?
• Proyectándose en un futuro próximo «no idealizado»: ¿cuáles son sus proyectos a corto plazo?
• Ayudándoles a distanciarse: ¿Cómo puede desprenderse del periodo o de la información? ¿Qué técnicas/herramientas tienes para dar un paso atrás?

¹ Retórica, libro II, capítulo 1, 1378a

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